Desde el día que comenzó esta aventura, hace ya casi un año, hemos aprendido muchísimas cosas importantes. Sabíamos que iba a ser duro, un camino de cristales rotos llenos de zancadillas disfrazadas de sonrisas. Sabíamos que iba a ser el año más importante de nuestras vidas. No nos equivocábamos en lo poco que sabíamos.
En este tiempo hemos aprendido a creer en la bondad de la gente, la predisposición a colaborar en un proyecto en el que creen y a entrar en una familia audiovisual de clase media baja. Que las entrevistas siempre llevan las mismas preguntas y se les pierde respeto. Que pasen los meses que pasen seguimos con el vértigo en el estómago cuando se escribe el primer comentario en un capítulo recién estrenado. Que el sabio se quiere aprovechar del ingenuo y el rico del pobre. Que poca gente conoce el trabajo que conlleva sacar todo adelante y que los latigazos duelen. Que los que deberían solidarizarse y hacer piña solo viven para pisarse mutuamente. Que intrusos nos tachan de intrusismo y esperan, sin conseguirlo, que hablemos igual de mal sobre ellos. Que la fama no tiene porqué elevar a nadie del asfalto. Que los malos son muy malos y los buenos son muy buenos.
Es normal que un productor de Madrid nos hable de oportunidades siempre y cuando su cuchillo nos apunte al riñón. Es normal que muchos que antes evitaban cogernos el teléfono ahora estén hartos de llamarnos. Normal que nos censuren en una televisión porque consideren que no somos apropiados. Que por ser un equipo tan joven se piense en que somos juguetes… eso tenía que pasar… mejor temprano que tarde. Algún día aclararemos.
Es normal que cometamos errores como meter una publicidad hiperactiva en un capítulo. Es para nosotros la toma más horrorosa de toda la serie, que mancha el capítulo entero. Buscar una ayuda económica cuando seguimos luchando por sacar la cara del lodo nos llevó a hacerlo. Lo que no es normal es que después de traicionar nuestros propios principios, la gente de la empresa que publicitamos se niegue a pagarnos lo que nos había prometido porque según ellos no se ve lo suficiente… es normal que nos caguemos al unísono en sus castas.
Para el que no lo sepa, el BBVA Open Talent terminó hace ya unos meses. Muchas gracias a todo el mundo que nos votó porque en el ranking fuimos los primeros bastante destacados, sacándole más de 20000 votos al segundo clasificado… sin embargo no ganamos… a un banco no le interesa un proyecto como Malviviendo, es normal. Lo que no es normal es que nos digan que volvamos a presentarnos, debido a que les fue bien a nivel publicidad en la primera ocasión.
Afortunadamente y a pesar de tropezar con miles de piedras y pies, siempre hubieron manos dentro y fuera del equipo que nos ayudaron a seguir caminando. Hemos conseguido soñar que el sueño de nuestra vida es posible y saber que el único camino es sonreír tras una bofetada inesperada.
Afortunadamente, vosotros existís.